Primavera con una esquina rota es un testimonio directo, un libro emotivo que muestra una sociedad fracturada como consecuencia de la dictadura que vivió Uruguay entre 1973-1985.
Pertenece a esa clase de libros que llevan a la reflexión y que calan en lo más hondo a través de emplear un lenguaje sencillo de gran belleza visual , lleno de gran sinceridad.
La historia se divide en capítulos. En cada uno de ellos se nos presenta personajes distintos con puntos de vista distintos, lenguajes diferentes, pensamientos diferentes, pero todos ellos son piezas de un gran rompecabezas que se unen bajo un mismo contexto: el Uruguay de la dictadura y el Uruguay del exilio.
La historia es un conjunto de historias humanas, sin héroes, sin buenos ni malos. Yo resaltaría que es una introspección hacia el yo más íntimo. Todos los personajes se “desnudan” ante sí. Hablan y cuentan como si supieran que van a ser leídos y en otras ocasiones como si se les pillase desprevenidos. Cuando Mario nos cuenta lo que dicen nos abre la puerta de sus casas y por tanto nos muestra de todo ellos: sus frustraciones, sus fracasos , sus miserias, la victoria y la derrota, la seguridad y la inseguridad, pero ante todo manteniendo el amor como hilo conductor hacia futuro más esperanzador .
Dos fragmentos del capítulo El Intruso (el río) os invitan al deleite:
“…y a partir de entonces, soy yo quien dirijo mis recuerdos. Lo normal es que ahora planifique la memoria, que decida qué voy a recordar….
“La vida pasaba sobre mí, de orilla a orilla. Yo me sentía parte de esa vida y llegaba a la extraña conclusión de que no debía ser aburrido ser pino o sauce o eucaliptos. Pero como aprendía varios años más tarde, las equidistancias no duran mucho, y tenía que decidirme por una u otra orilla. Y estaba claro que yo pertenecía sólo a una de ellas. Ya ves como era cierto lo que te dije al comienzo : vengo del río.
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