ACCESO AL BLOG


martes, 14 de julio de 2009

Ciencias para el mundo contemporáneo.

La asignatura educación para la ciudadanía (EpC) ha causado una gran polémica en los últimos años. Se han dado todo tipo de argumentos a favor y en contra de la misma que ahora no vamos a reexponer. Sin embargo, y esto es lo curioso, la asignatura ciencias para el mundo contemporáneo (CMC) no ha levantado polémica, cuando se le podrían aplicar los mismos argumentos, pues persigue fines muy parecidos a los de EpC: fines axiológicos, es decir, de lo que algunos consideran valioso, pero no fines científicos. CMC da, por un lado, una visión ideológica de algunas ciencias, pues otras ciencias ni aparecen en el currículo administrado por el gobierno y, segundo, va en contra de la asignatura de Filosofía, como argumentaré a continuación.
Al irrumpir como asignatura común a todas las modalidades de bachillerato y ponerse en pie de igualdad a materias clásicas como Lengua, Lengua Extranjera, Filosofía, Historia o Educación Física, obliga a restar carga lectiva a alguna de estas materias. Pero ¿cuál de ellas? Pues ha sido la Filosofía en varias Comunidades Autónomas que ha pasado de tener tres horas lectivas semanales a dos. En otras comunidades se ha mantenido la carga horaria, pero a base de reivindicaciones, protestas etc. o sea, que la Filosofía está en el punto de vista del legislador. Veremos qué pasa en unos años. ¿Por qué quiere esto el legislador, el que tiene el poder?
El currículo de CMC es de dudosa cientificidad. El ejemplo más claro el cambio climático. El propio nombre de la asignatura y la ley que la desarrolla es muy confusa. Se llama, por un lado, ciencias, en plural, pero se excluyen, por ejemplo, a las Matemáticas o la Lógica, como si no fueran las ciencias por excelencia. Se excluyen, también, las ciencias humanas y sociales. Y se llama, por otro lado, del mundo contemporáneo, pero ¿cuál es este? ¿Es el mismo para toda región del planeta? ¿es que no hay cosas de la antigüedad que son contemporáneas? ¿no es contemporáneo el teorema de Pitágoras sin el cual no hubiera sido posible elaborar la teoría de la relatividad? ¿no podemos considerar también contemporáneos a Platón, Arquímedes, Euclides o Galileo? Tampoco se trata la idea de ciencia, se presupone, pero no se repara en que no hay una ciencia, sino muchas, lo que hace que existan varias formas de entender el término ciencia. Y que las distintas ciencias son inconmensurables entre ellas. Por cierto, ¿desde qué ciencia se trata qué es ciencia y qué no es ciencia?
Por tanto, los fines de la asignatura no son científicos, sino axiológicos. Lo dice el legislador en la redacción misma de la ley: Por otra parte, el enfoque debe huir de una ciencia academicista formalista, apostando por una ciencia no exenta de rigor. Pero que tenga en cuenta los contextos sociales y el modo en que los problemas afectan a las personas de forma global y local» O sea, que aunque presuponga algunas ciencias, no es una asignatura científica, ya que para ello existen el resto de asignaturas científicas: Biología, Química, Matemáticas etc. Entonces, los alumnos no van a aprender ciencia o ciencias en esta asignatura. En todo caso van a aprender divulgación científica y una ética y moral (no entramos a distinguir los términos) surgida de la pseudociencia que van a aprender. Esta divulgación es del tipo que se hace en periodismo, donde los periodistas por tener "poca idea" de ciencia no se dedican a la crítica de noticias científicas, como lo hacen en las secciones de economía o política, sino sólo a dar fe de o sucedido en algunas ciencias, no en todas. Raramente se ven noticias relacionadas con las Matemáticas. Pero además, como la asignatura la imparte un profesor que o es de Biología o de Geología o de Física o de Química resulta que tendrá que tratar asuntos, muchos de ellos filosóficos, que no son de su especialidad, es decir, que no enseñará su ciencia porque el mismo currículo se lo impide.
Entonces, si no es una asignatura científica, ¿qué tipo de asignatura es CMC? Por los contenidos ideológicos y axiológicos que trata es un asignatura filosófica, sin embargo, la palabra filosofía no aparece en la redacción de la ley. Aparece la palabra pluridisciplinar, como si las distintas ciencias, como ya hemos dicho, fueran conmensurables entre ellas y, sobre, todo, para evitar que esta asignatura pueda ser impartida por los profesores de filosofía, como lo era Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). Si acudimos al currículo y vemos los seis bloques en los que se divide la asignatura vemos el carácter filosófico y pseudocientífico que tiene. Por ejemplo, bloque 3, vivir más y mejor: Aquí se tratan cuestiones como el uso racional de los medicamentos, trasplantes y solidaridad, revolución genética. Para poder decir algo sobre estas cuestiones habrá que tener algunas ideas de lo que es la razón y la racionalidad, de lo que es la solidaridad, de lo que es una revolución, de en qué sentido se puede hablar de lo mejor y lo peor. Y estas ideas no son científicas, sino filosóficas. El bloque 4 se titula hacia una gestión sostenible del planeta. Tampoco se estudia la idea de sostenibilidad, ya que esta idea no es conmensurable a todas las ciencias. Lo que puede ser sostenible económicamente, puede no serlo ecológicamente. Esto es, no es lo mismo lo sostenible en economía, en ecología, en biología, en medicina etc. Véase el caso de la energía.
En conclusión, si yo y otros estamos en contra de esta asignatura tal y como está planteada, al igual que sucede con EpC, no es porque adoctrine más o menos o porque los padres, según la Constitución, tengan el derecho de la educación moral de los hijos (este es otro asunto poco claro y polémico) etc., sino porque son dos asignaturas que están diseñadas para que la Filosofía, entendida como saber crítico de una sociedad, en este caso, la española, desaparezca de los planes de estudio de la educación secundaria. Estas dos asignaturas son la filosofía administrada por los legisladores. Y si la administran es porque piensan que es la correcta. Entonces, ¿para qué la Filosofía Crítica?. Quedaron claras las intenciones de los legisladores en el anteproyecto de ley de la LOE: desaparición de la asignatura de Filosofía. Luego tuvieron que rectificar, pero lo hicieron parcialmente (véase: Educación Ético Cívica, en vez de Ética, Filosofía y Ciudadanía en vez de Filosofía), ante la presión mediática y de otros colectivos. Pero la intención es clara, al igual que sucedió con la LOGSE respecto a la Ley General de Educación de 1970 en la que la Filosofía salió gravemente perjudicada en cuanto a su presencia en los planes de estudio.

Francisco Belda de la Santa.

0 comentarios: