ACCESO AL BLOG


jueves, 1 de octubre de 2009

70 ANIVERSARIO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-2009)


Después de 70 años de la segunda guerra Mundial, cabe hacer una reflexión sobre uno de los conflictos más sangrientos que hasta entonces se había conocido(55 millones de muertos) y una revisión de las ideologías carcomidas de la vieja Europa.

La paz que llevó al fin de la Primera Guerra, fue el precedente principal de la Segunda, amén de las pretensiones que enfrentaron a diversas potencias para conseguir territorios y espacios de influencias. El Tratado de Versalles terminó por naufragar, ante las condiciones, sencillamente, imposibles de cumplir por parte de los alemanes.


Pero no voy a entrar en matices políticos o cuestiones económicas que desataron esta sangrienta guerra, solamente voy hacer hincapié en lo que todos conocemos como el Holocausto, el cual supuso el exterminio masivo de 6 millones de judíos, sí, habéis leído bien, 6 millones de seres humanos, aplicado por el nazismo, y que desde mi punto de vista, marcaría un antes y un después en la historia de la modernidad o en la historia de la locura humana.


Que fuera Zaratustra de Nietzsche la lectura de trinchera de una buena parte de la joven carne de cañon alemana durante la Primera Guerra Mundial, dice ya mucho del estado espiritual con el que Europa llega a 1914, y que de un modo u otro va a perpetuarse hasta 1939.La obra poderosa del filósofo alemán, sirvió de guión a los ideólogos del nazismo.El Holocausto fue un compendio del horror y de la sinrazón a la que puede llegar el hombre.


En su libro Escritos judíos, la pensadora alemán Hanna Arendt cuenta como los nazis “estaban convencidos de que las probabilidades de su éxito residían en el hecho de que nadie del exterior podría creérselo”. Uno de los más conocidos supervivientes de Auschwitz , el escritor italiano Primo Levi, cuenta en su libro Los hundidos y los Salvados como el delito más demoníaco del nacionalsocialismo, fue organizar los comandos especiales, que no eran sino grupos de judíos formados para manipular la muerte de los de su propia sangre. Estos comandos, los desnudaban, limpiaban de sangre, extraían las piezas dentales de oro, para el tesoro del Reich, los veían entrar a las cámaras de gas, recogían más tarde sus cenizas, trituraban los huesos, hacían montones con todo ello arrojándolo al río más cercano o utilizándolo como material para nivelar carreteras, cavaban fosas, limpiaban y reparaban los hornos crematorios, y, al día siguiente, vuelta a empezar, para acabar fusilados por las SS, y que este secreto muriera con ellos.


La perfidia y el odio elevados a su más alta potencia: conseguir que los judíos metiesen en los hornos a judíos, demostrando que se prestaban a cualquier humillación hasta destruirse a sí mismos. Estaban condenados a oir gritos, golpes, agonías, y, la rebeldía o la supervivencia son palabras que pierden su sentido en se contexto.


Estos testimonios tan aterradores, si hay posibilidad de encontrar un adjetivo para tales actuaciones, ha podido llegar a nosotros gracias a alguno de los supervivientes como Claude Lanzmann que nos ha dejado escrito Testigo en Auschwitz y que os recomiendo, aunque sólo sea para conocer de primera mano un trozo horrendo en la historia de la Humanidad.

Pilar Rodríguez

0 comentarios: