No es verdad que en la nueva "sociedad de la información y la comunicación" los seres humanos hayan aumentado y enriquecido de manera notable su capacidad de entenderse y comunicarse, o quizá si.
Es cierto que cada segundo se mueven en nuestro planeta miles de millones de palabras que tiene un emisor y un receptor. A eso se le llama "mensajes".
¿Quién lee e interpreta los mensajes?, ¿qué contienen los mensajes?, ¿de qué manera los mensajes contribuyen a nuestro desarrollo como personas?. ¿nos acercan a la realidad?, ¿quién hay detrás de los mensajes?, ¿a quién sirven los mesajes?...
Rechazar el mensaje, al medio y eliminar al mensajero no nos aportará respuetas a estas preguntas. Es preciso abrir el mensaje, leerlo de cerca y de lejos, dentro de él y fuera de él. Es necesario realizar un "filtrado" de la información. Los mensajes se escriben con palabras. Seguramente que en ocasiones palabras mediocres o intencionadas, palabras malditas o prohibidas, pero a veces los mensajes se escriben con palabras de esperanza, de denuncia, con palabras que nombran a los seres y a las cosas. A veces los mensajes son llamadas de socorro que nos llegan de cualquier lugar del mundo y que debemos abrir. leer y actuar en funcion de loa que nos dicen. A veces los mensajes son manos tendidas de solidaridad.
Desde esta ventana de nuestra "Tertulia Campanilla" quiero invitar tanto a mis contertulios asiduos, con los que tengo la suerte de compartir espacio y tiempo, asi como a los contertulios "virtuales" del mundo, para que reflexionemos sobre los "mensajes y la informacion que contienen", sobre este poderoso e inquietante medio que es Internet, sobre el fenómeno de la comunicación, sobre la opinión sus cebos y sus trampas, sobre el medio y el mensajero.
Espero sus comentarios y opiniones.
José Manuel Ruiz Gutiérrez
(Miembro de la Tertulia
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